Apostamos por la Ecoescuela

La Ecoescuela del Gracia

Nuestra Ecoescuela no responde fielmente al esquema tradicional del Programa de Ecoescuelas. Desde un principio…

Ahora tenemos claro y estamos seguros y seguras  de que ésta es la forma más coherente y consecuente de hacer Ecoescuela, en nuestra realidad.

Podemos pensar que está centrada en las relaciones y en esta relaciones aparecen sujetos cercanos, los amigos y las amigas, las familias, la escuela y conceptos más abstractos, el medioambiente, la naturaleza, el entorno… va siendo, como todo, un proceso reflexivo de pasitos pequeños pero fuertes. Ahora conceptos como efecto invernadero, cambio climático, diferencias culturales, sostenibilidad…van sonando familiares y adquieren un sentido no solo formal, de contenido, sino de compromiso de acciones que llevan a reflexiones y a un cambio gradual de actitudes…

Tenemos una identidad propia adaptada a nuestra realidad y proyecto educativo

Tenemos un lema “Una sonrisa, por favor”, que dice mucho del eje central de nuestra escuela, las relaciones, formas de estar en el mundo.

De la misma forma nació nuestra mascota, no tiene nombre, aunque todos y todas la conocemos por “La Casita”.  Nuestro logo es La Casita que representa a nuestra escuela, tiene una sonrisa y los brazos extendidos acogiendo y cuidando a La Tierra, reflejo del espíritu de acogida a las diferencias y de responsabilidades compartidas que deseamos en el Gracia.

Para presentar nuestra Ecoescuela, hemos empezado por el lema y la mascota, pero ahí paramos, porque a partir de aquí las estructuras propuestas, comité medioambiental, código de conducta, ecoauditorías y plan de acción adquieren una identidad propia adaptada a nuestra realidad y proyecto educativo.

Somos un colegio comprometido y sostenible

Nuestra comunidad educativa, en general, está bastante concienciada de la responsabilidad que implica denominarse Ecoescuela, no obstante, es inevitable cierta relajación de hábitos en algunos momentos, que intentamos remediar con continuas campañas, proyectos y actividades que nos resitúen lo más cerca posible del centro comprometido y sostenible que pretendemos ser.

¡Os presentamos nuestro nuevo jardín!

Desde el principio el alumnado, las familias, el personal del centro y las instituciones que colaboran con nuestro centro estuvieron  implicadas en el diseño del jardín. La comisión diseñó un plan de actuaciones que nos llevó a conseguirlo.

Son muchos los autores que coinciden en que la disposición del espacio influye en aquellos que lo habitan. Así, los espacios educativos deben ser diseñados teniendo en cuenta tanto las necesidades e intereses de los niños y niñas, como otras dimensiones relacionadas con la estética y la belleza.

Diseñar espacios amables y habitables pasa por reflexionar sobre la imagen de infancia y sobre cómo queremos ofrecer calidad y cohesión pedagógica.

Desde estos planteamientos estéticos que siempre nos acompañan, la zona ganada nos ha dado la oportunidad de crear en este espacio una propuesta partiendo de cero, diseñar una zona ajardinada, un lugar para el encuentro y el disfrute compartido, un espacio de tranquilidad y contacto con la naturaleza. Beneficioso en general pero sobre todo para una gran parte de nuestro alumnado que no disfruta de zonas verdes.

Para conseguir nuestros objetivos seguimos un Código de Conducta

Inicialmente nuestro código de conducta sale de la necesidad colectiva de unas normas para la convivencia. En la asamblea de maestros y maestras debatimos ampliamente sobre las estrategias a poner en marcha para su elaboración, estas normas no podían ser impuestas, ni dadas por asumidas por obvias y tampoco elaboradas por un grupo reducido.

Decidimos hacer una Gran Asamblea, con representantes de todos los colectivos del colegio (alumnado, familias, personal docente y personal no docente). En esta asamblea consensuaríamos lo que serían Nuestras Normas de Convivencia que previamente se habían estado trabajando en las asambleas de aula. Este trabajo en las aulas nos permitió poner en marcha la dinámica asamblearia a nivel de centro. Para ello maestros y maestras nos formamos, debatimos y reflexionamos para llegar a consensuar algunos aspectos generales en realización de las asambleas.

  • Las asambleas tienen un contenido, algunas veces este contenido está preestablecido, pero en otras ocasiones puede surgir un asunto a tratar urgentemente.
  • El grupo decidirá la duración, periodicidad y horario.
  • Hay que establecer la figura del secretario o secretaria, encargado de tomar nota sobre los acuerdos
  • También se elegirá a un moderador o moderadora, que establecerá los turnos de palabra y coordinará el debate.
  • Estos responsables se irán turnando entre todos los niños y todas las niñas de la clase.
  • Hay que priorizar el consenso a la votación.
  • En ellas se puede observar distintos niveles de expresión, pues participan en ellas desde el alumnado de tres años al alumnado de doce.

Desde entonces hasta ahora hemos ido creciendo. La necesidad urgente de entonces por establecer límites que ayuden a mejorar la convivencia ya no lo es tanto y la reflexión en las normas las ha enriquecido. Cada dos cursos, las normas son revisadas en las asambleas de aulas o ciclo y se ponen en común, en una gran asamblea de todo el centro.

En la última hemos observado:

  • Aparece la diferencia de género en el lenguaje empleado
  • Se reflejan actitudes positivas hacia el medioambiente, en contenidos que están muy presentes, porque se van trabajando de manera gradual y global, como son la separación de residuos, el uso responsable del agua y de la energía (luces que no son necesarias y apagar los ordenadores)
  • Se gestiona el uso y disfrute del patio de recreo.
  • Se hace referencia al cuido y aprendizaje conjunto de mayores con pequeños.

Propuestas metodológicas en torno a la Ecoescuela

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